Algunos de los encantos más atractivos de Irlanda son sus paisajes y castillos. Concretamente hoy ponemos el foco de atención en el Castillo de Dublín, situado en el centro de la capital irlandesa. No es el único castillo de la ciudad, ni tampoco responde a los criterios estéticos de los castillos castellanos, sino que más bien se trata de un castillo urbano.
Historia
La historia le ha conferido varios papeles destacados a lo largo de los siglos al Castillo de Dublín. Desde los albores de la nueva era, allá por el siglo I, se tiene constancia de asentamientos celtas que utilizaron el actual emplazamiento del castillo a modo de defensa. Si bien, no fue hasta varios siglos después, cerca culminar el primer milenio, cuando el Castillo de Dublín comenzó a forjarse como una fortaleza desde el punto de vista de la construcción.
Como ha ocurrido con otras muchas construcciones -no solo en Irlanda, sino también en otros lugares del planeta- el Castillo de Dublín ha pasado por altibajos a lo largo de su historia. Ha sido sede de reyes y gobiernos alternativamente hasta comienzos del siglo XX, cuando pasó a ser una más de las reliquias urbanas del Estado Irlandés.
Previamente a sufrido abandonos y reformas por doquier, pasando de ser una cárcel (como otros muchos castillos) a ser la sede del gobierno. Desde 1922 no es residencia, pasando a ser un edificio destacado entre las visitas a Dublín.
Qué ver en el Castillo de Dublín
Realmente el Castillo de Dublín no es un único edificio. Se trata de un conjunto de construcciones en torno a dos grandes espacios abiertos y entre los que se deja entrever una torre circular coronada de almenas. Para llegar al Castillo de Dublín hay que marcar en el mapa la calle Dame. Aunque es difícil perderse teniendo como referencia a la Catedral de Dublín con la que comparte barrio.
En total el castillo ocupa 44000 metros cuadrados. En sus instalaciones se distribuyen dos museos, un par de cafeterías, un centro de conferencias (sede de la presidencia rotativa de la Unión hace algunos años) y varias estancias como galerías y oficinas burocráticas.
Dubhlinn Gardens: se considera que el pequeño parque situado ante la entrada del castillo fue el asentamiento original de la ciudad, y el que dio nombre a Dublín.
Norman Tower: Entre edificios de múltiples ventanales asoman las almenas y parte de la torre circular que recuerda a los castillos medievales. La torre data de 1226, siendo su imagen la que tenía originalmente. En otro tiempo fue baluarte y prisión, pero hoy acoge uno de los museos del Castillo de Dublín.
Coach House: justo en el extremo de la plaza se encuentran las caballerizas, en otro tiempo casa del virrey de Irlanda y en la actualidad sede conferencias y muestras temporales.
Chester Beatty Library: otro de los aledaños de la plaza lo ocupa el edificio que hoy se encarga de salvaguardar la cultura literaria de Irlanda. La biblioteca fue en otro tiempo acuartelamiento, pero hoy ofrece un lugar único en el que tomar un café o leer un buen libro.
State Apartments: el edificio principal -la fachada que queda a la izquierda de la torre Norman- fue durante siglos la residencia de los gobernantes y sede de las Cortes de Irlanda. Hoy en día acoge algunas oficinas y sirve de salas de exposiciones.
Chapel Royal: la Capilla Real es uno de los tesoros destacados del Castillo de Irlanda. Una iglesia gótica anexa a la torre medieval con una destacada decoración plateresca. Para visitarla se pueden aprovechar las exposiciones de arte que acoge periódicamente o como parte de las visitas guiadas que muestran el castillo.
Bedford Tower: la más alta torre del Castillo de Dublín pertenece al campanario de este edificio que hace las veces de recepción de autoridades y que preside el patio de armas.
La visita
El Castillo de Dublín se puede conocer participando en las visitas guiadas que recorren sus principales estancias. De hecho, es la única forma de entrar en algunas de las estancias más interesantes. De ellas destacan el Salón del Trono, los Apartamentos del Virrey y el Salón de San Patricio, donde se celebran las tomas de posesión de cargos y otros actos de gran envergadura.
Es aconsejable consultar la agenda del castillo en su página web oficial http://www.dublincastle.ie/ antes de programar la visita, pues se da prioridad a los actos gubernamentales, que no son pocos.
El Castillo de Dublín abre todos los días, con la salvedad de que domingos y festivos la apertura es de 14:00 a 16:45, en lugar de abrir a las 10:00 como el resto de días. Si se opta por recorrer Dublín en autobús, las líneas con paradas más próximas al recinto son 50X, 56, 77, 150 y 151. Todas paran en Werburgh St.